Con un poquito de retraso os traigo la segunda entrega de los cómics son para el verano. En la primera os recomendaba Blankets porque al desarrollarse en invierno y con la nieve como gran protagonista era ideal para combatir las altas temperaturas. En esta entrega, he escogido un cómic totalmente distinto que se desarrolla, como ya imaginaréis, durante un verano.
Rose y sus padres han veraneado en Awago Beach desde que ella era una niña. Es su escapada anual, su refugio. Su amiga Windy también está allí siempre, la hermana pequeña que nunca tuvo, completando su familia de verano.Pero este verano es diferente.
La madre de Rose y su padre no dejan de discutir, y Rose y Windy se han visto envueltas en una tragedia que se cierne sobre el pequeño pueblo costero. Es un verano de secretos y angustias, pero al menos se tienen la una a la otra.
Aquel verano nos cuenta la historia del verano de los 13 años de Rose. Como todos los veranos anteriores, Rose y su familia alquilan una casa en Awago Beach y se disponen a disfrutar de otro año de sol y playa. Sin embargo, este verano será diferente. Rose se encuentra en esa tierra de nadie que separa la infancia de la adolescencia y nadie parece entenderla. Su amiga Windy, unos años más joven, todavía se aferra a su infancia y los padres de Rose están demasiado implicados en su propio drama personal como para prestarle la suficiente atención a su hija.
Como os podéis imaginar por este resumen, y como es habitual en las historia de las primas Tamaki, la historia se desarrolla de una forma muy pausada, como ocurre en el día a día de cualquier persona. Esta lentitud de los acontecimientos se ve reforzada por el hecho de que nuestra protagonista Rose, es en realidad una mera espectadora en la mayor parte de los acontecimientos que se desarrollan. Rose es como la vecina que ve la fiesta desde su ventana porque no ha sido invitada todavía, como no es invitada ni a las conversaciones de sus padres, ni al flirteo y fiestas de los jóvenes de la zona. Es a través de sus ojos, los de un niña que empieza a acercarse al mundo adulto por primera vez que conocemos todas las demás historias.
Esta novela gráfica se convierte entonces en una descripción de ese verano, de todos esos momentos sutiles y casi olvidables que van marcando quien eres y que te llevan a ver el mundo de forma diferente. Creo que las autoras saben mostrar muy bien, lo duro que es perder la inocencia infantil y lo contradictorio y confuso que resulta entrar en la adolescencia. Obviamente, esto es un proceso interno más que externo y por tanto no se producen grandes acontecimientos. Se trata de una historia intimista y tierna que sólo gustará a aquellos a los que les gusta ver evolucionar a los personajes más que vivir una gran aventura.
En cuanto a los dibujos, sólo puedo decir que son increíbles. Personalmente creo que Jillian Tamaki tiene una capacidad impresionante para dotar de hermosura los paisajes o situaciones más cotidianas y en ocasiones, como ya ocurría en su anterior obra, Skim, el nivel de los dibujos está muy por encima de la narración. Los dibujos son en blanco y negro con tonos azules lo que aporta a todas las imágenes de un aire de nostalgia que funciona muy bien con la historia. Destaca también el grado de detalle de los dibujos. La imagen a doble página de la habitación de Rose es el dibujo más realista y detallado que yo he visto de la habitación de una adolescente, hasta ahora. Sin duda, consigue sumergirte en la historia. Por eso, os recomiendo que, aunque no lo leáis, si tenéis oportunidad, ojeéis esta joya, a la que mis fotos no le hacen justicia ni de lejos (aquí podéis encontrar más fotos no sólo de esta obra sino de todo el trabajo de Tamaki).
En resumen, Aquel verano es una historia intimista y sutil sobre el paso de la infancia a la adolescencia contada con unos dibujos que quitan el hipo. Su principal problema es que como no ocurren demasiados acontecimientos puede hacerse excesivamente lenta o ser difícil que el lector vea la conexión entre todos los aparentemente inconexos momentos que se muestran. Personalmente lo he disfrutado mucho, aunque no tanto como Skim, y Mariko y Jillian Tamaki se han convertido sin duda en mi tandem favorito en el mundo del cómic. Una lectura ideal para el verano.
Puntuación: 4/5
¿Os llama la atención?
¿Qué os gusta leer a vosotros en verano?
1 comentarios:
Me parece un cómic muy tierno, creo que podría gustarme.
Me lo llevo apuntado!
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