Hoy hace exactamente 70 años que Anna Frank y su familia fueron encontrados por policías alemanes en el anexo en que vivieron escondidos durante algo más dos años. Tras ponerlos camino a los campos de concentración, los alemanes revisaron y destrozaron el anexo dejando olvidando, posiblemente por considerarlo sin valor, el diario de Anna Frank que más tarde recogería Miep, una de sus protectoras.
Al acabar la guerra y cuando el único superviviente de los habitantes del anexo, Otto Frank (el padre de Ana), regresó, Miep le entregó de nuevo el diario de su hija que se convertiría en una de las voces más características de la II Guerra Mundial. Millones de personas han leído el diario de esta joven que irónicamente se preguntaba:
Como imaginareis esta no es una reseña al uso. No se me ocurre como se puede reseñar los pensamientos íntimos, las vivencias y reflexiones de una persona que escribía para sí misma pero acabo siendo leída por el mundo entero. Lo que os traigo es más bien una reflexión sobre mi lectura, ideas sueltas que intentaré organizar para terminar de digerir esta obra.
El diario recoge la vida de Anna y su familia desde unos meses antes de que entraran a vivir en el anexo secreto de una casa en la zona oeste de Ámsterdam utilizada como oficina para un negocio. A través del diario vemos no sólo como las condiciones de vida para la familia Frank y Van Pels (que vivían con ellos en el anexo) van empeorando, sino como el encierro afecta a todos los habitantes del anexo, incluida Ana que madura enormemente.
El diario se centra mucho en las relaciones de Ana con el resto de los habitantes del Anexo ya que Ana reflexiona a menudo sobre ello. Esto fue una de las cosas que más llamo mi atención. Leer sobre lo incomprendida o sola que se sentía Ana durante su adolescencia, los problemas que tenía con su familia, sobre todo con su madre, o la reflexiones que hacía sobre el amor y sí misma me hicieron ver que a pesar de los problemas que vivamos, al nivel más básico a todos nos preocupan las mismas preguntas.
En este sentido, El diario de Anna Frank me recordó al diario de Esther Grace Earl, la chica de Esta estrella no se apagará. Las dos pasan por situaciones completamente diferentes pero el tema de sus reflexiones es a menudo el mismo: el amor, quién soy, quien llegaré a ser, el miedo por el futuro, las relaciones con la familia… Temas que afectan a todos los adolescentes en algún momento.
A través de este diario podemos ver los pensamientos más privados de Anna que en aquel momento no conocían ni su familia. Su padre, el único que pudo llegar a leer el diario una vez acabada la guerra, reconoció que nunca había imaginado la profundidad de las reflexiones y sentimientos de Anna y que a través de su diario conoció a su hija de nuevo. Esto me llevo a pensar sobre la diferencia entre lo que somos y lo que dejamos ver y como a veces, hasta las personas más cercanas a nosotros no pueden llegar a imaginar como somos por dentro.
El diario no se detiene mucho, sin embargo, en las partes más prácticas de la vida diaria o en las estrecheces que tienen que pasar, que aunque se pueden entrever, seguramente fueron mucho peores de lo que Ana refleja. En un momento, la propia Anna reconoce que prefiere no escribir mucho sobre esos temas para evitar deprimirse todavía más.
Aunque hay algo que si se nombra de pasada pero que me impactó mucho, las cámaras de gas. Durante una de las retransmisiones de la radio inglesa comentan que los judíos están siendo gaseados en Polonia. Por la forma en que Anna lo cuenta parece que era un hecho conocido por todos. Sin embargo, en las recreaciones que vemos de la II Guerra mundial a menudo los soldados aliados y la población se sorprenden de lo que ocurría en los campos de concentración. Supongo que ese es uno de los tantos mitos que han sobrevivido sobre esta catástrofe.
Anna se equivocó en muchas cosas: nunca vio el final de la guerra, nunca se convirtió en periodista ni tampoco volvió a su adorada escuela, pero a pesar de todos esos sueños truncados si consiguió al menos uno de ellos: vivir incluso después de su muerte.
1 comentarios:
aww que bonito el último párrafo que pusiste, este libro me enseñó mucho, a pesar de su edad me sorprendió lo madura que parecia en su escritura y con la reacción a muchos sucesos..
Gracias <3
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